miércoles, 10 de febrero de 2010

Euro-Trash Girl estuvieron a la altura de un tren expreso llamado Cracker que pide un respeto por los mayores




La noche prometía por el caché que precedía a una de las bandas con más solera del rock estadounidense y por los que a mi modesto entender, son el grupo que mejor suena en nuestra comunidad y de los que mejor música nos puede hacer llegar en el territorio nacional, aunque se prodiguen poco.
Euro-Trash Girl abrieron la noche presentando el que va a ser su tercer disco, que ya tienen preparado y que van a llamar Floating Down Memory Lane.
Para el que no los ha escuchado nunca, a las primeras notas de su primer tema, las caras de asombro son habituales, como le pasó a un servidor, hace unos 5 años cuando los descubrí una noche por casualidad. Asombro por que descubre un sonido contundente, americano y todo esto hecho aquí en Valencia (a veces se escucha la pregunta, ¿son valencianos?).
No han perdido ni un ápice de fuerza si no más bien todo lo contrario, las guitarras de Luis y Landete suenan más desgarradoras, y la parte rítmica de la banda no nos deja parar de bailar ni un solo momento acompañados de Mónica a las teclas. Capítulo a parte merece, y no me cansaré de decirlo nunca, la dulzura en la voz de Judit, dulzura que se conjuga armónicamente con la fuerza de las canciones de estos valencianos, y que sólo ella usa con la maestría y sensualidad que lo hizo anoche, trasmitiendo todo lo que quieren expresar. Banda y simplemente eso, por que suenan como una maquinaria engrasada y en perfecto funcionamiento. Suenan como uno en perfecta conjunción y armonía.
Repasaron sus grandes, temas y aunque nos quedamos con ganas de más, hicieron vibrar a los incondicionales con su SO WHAT ABOUT YOU? de su precioso vinilo, que tan vigente está tras 4 años y nos presentaron sus nuevos temas que prometen un precioso recorrido que nos llevará desde el rock, con pequeñas gotas de country, hasta las melodías pop más sedosas. Y que buena música ante todo, destaca entre los nuevos temas una nueva joya, que ya se puede escuchar en su myspace, RED HAIR, que suena pero que muy bien, Euro-Trash Girl por los cuatro costados y en plena forma. Si aún no los conocéis, descubridlos que no os defraudarán.
Y sin darnos tiempo para descansar aparecieron Cracker, que están de nuevo girando por España con su noveno disco más enérgico y de título optimista, Sunrise in the land of milk and honey. La banda que fundó el californiano David Lowery tras disolver el grupo de pop ecléctico de los años 80 Camper Van Beethoven lleva más de 15 años aportando formas inquietas y letras irónicas a un paseo por todos los palos que se pueden tocar en este mundillo, rock, pop y el country más vaquero que podamos imaginar, pero en todos ellos se mueven con una maestría indescriptible. Tocan fácil, sin esfuerzo, haciendo simple lo más complicado y pareciendo que todos seríamos capaz de hacer lo que ellos hacen, aunque finalmente te des cuenta que a esa altura sólo pueden llegar genios como estos californianos.
La noche en principio era rara, domingo (el laboral lunes esperaba a todos los que allí estábamos), pero con bastante puntualidad durante toda la noche, se subieron Cracker al escenario capitaneados por la incombustible pareja que forman David Lowery y John Hickman.
Y la maquina se puso en marcha, como cuando un tren sale de la estación, empezó a rodar y tema tras tema el tren iba arrollándonos con su contundencia y su buen hacer. Músicos excepcionales, no necesitan ni mirarse para saber en que punto están y si espectacular es la desgarradora voz de John, más aún es la virtuosidad de David a la guitarra o la contundencia de Frank Funaro a la batería, y para mi el impresionante espacio que ocupa, no por sus casi dos metros, si no por su forma de tocar el bajo Sal Maida. Llegó un punto en que el tren iba a tal velocidad que nadie en la sala quería, ni podía bajarse en marcha. Predominaron los temas netamente rockeros, aunque no faltaron las pinceladas del mejor pop y sus grandes temas como Euro-Tras Girl que daba nombre a sus teloneros y que no podía faltar en Valencia y el aclamado Low.
Un grupo que no necesita demostrar nada a estas alturas, que ya ha asumido que probablemente nunca tendrán un éxito masivo y que siguen en esto por la música y por que les gusta mostrársela a gente como la que acudió al Wah Wah la noche del domingo. Ajenos a modas, viven para tocar o necesitan tocar para vivir, no sólo en el sentido monetario de la necesidad.

26.01.10 Rafael Márquez | Valencia

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