martes, 27 de abril de 2010

Valencia, ciudad talismán para unos impresionantes Love of Lesbian




La sala Mirror había colgado el cartel de “no hay billetes” muchos días antes de la noche del 24 de abril, en una de las pocas salas con aforo aceptable en la ciudad de Valencia, para el retorno a nuestra urbe de los barceloneses Love of lesbian.
Con estos precedentes llegaron Love of Lesbian por segunda vez en poco tiempo a una plaza en la que, según ellos mismos comentaron, se dieron cuenta tras su doble concierto en la Wah Wah, que el cambio de idioma en sus letras había sido todo un acierto. Y esto, lo podemos confirmar tras la respuesta del numerosísimo público que el sábado pasado disfruto de un “bolón”, por gran bolo, como alguien dijo a la salida, por lo impresionante del concierto y la entrega de todos los que allí se concentraron.
Un gran número de fans, como en casi todos sus conciertos desde hace ya tiempo, copaban las primeras filas del recinto y a pie de escenario se disponían a disfrutar con los catalanes, apertrechados con artefactos de todo tipo, gafas multicolores, pelucas, confeti, etc. y todo ello con unas ganas inmensas de disfrutar del concierto.
Realmente fue un concierto denso en canciones y de una duración poco habitual, casi dos horas, que no fueron largas, todo lo contrario podríamos decir. En el concierto se fueron alternando canciones de sus tres discos en castellano. Desde que sonaron las primeras notas del Allí donde solíamos gritar la gente empezó a saltar y a cantar con un entusiasmo y una fuerza que no son habituales, y no lo dejaron de hacer hasta que se apago la última nota del Algunas plantas, con todo el grupo bajando a la arena y bailando con el respetable en una megafiesta particular apoteósica.
Los temas se sucedieron uno tras otro con los discursos divertidos y geniales del líder de la banda, Santi Balmes, y el concierto tomaba tintes de inolvidable, Segundo Asalto, 1999, Incendios de nieve, salpicado por himnos del grupo como La Niña Imantada o Domingo astromántico.
Llegando al final aparecieron los temas, que si cabía más, hicieron vibrar a la legión de fans en la que se ha convertido cualquier concierto de Love of Lesbian, El club de fans de John Boy y las divertidísimas Marlene, la vecina del ártico, Me amo, Houston tenemos un problema, hasta completar la veintena de temazos. Y digo legión de fans, porque como a cualquier concierto de un grupo grande, los seguidores acuden con, sobre todo, las camisetas del grupo fetiche.
Dos bises, y para el segundo se reservaban esos disfraces que tanto gustan los “lesbianos” y esa “cutre” pero divertida coreografía con la que acaba el show, ya que para ellos no debería prevalecer la dictadura de los grupos que tocan mirando al suelo. Ellos tocan para el público y con el público, para divertirse ellos y para que, evidentemente, el público se lo pase en grande.
En definitiva, el concierto de uno de los mejores grupos del panorama musical nacional en la actualidad. Fieles a su público (cada vez más numeroso), los geniales lesbianos que esperemos no se cansen de girar y nos tengan algo nuevo e igual de extraordinario para dentro muy pronto.

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